Condiciones Ambientales durante el Almacenamiento

Sandra Orena, Ing. Agr.

INIA-Remehue


  1. VENTILACIÓN

  2. Ventilación natural

    - Ventilación forzada

  3. HUMEDAD RELATIVA

  4. LUZ


1. VENTILACIÓN 

La función de la ventilación es remover el exceso de calor y CO2 producido por el proceso de respiración y a la vez oxigenar los tubérculos. Las acumulaciones muy altas de CO2 desplazan el oxígeno, creando un ambiente que favorece la fermentación, y con ello la pudrición de los tubérculos. La concentración óptima de CO2 fluctúa entre el 2 y 4%.


La ventilación puede ser realizada por movimiento natural de aire (convección) o bien mediante aire forzado:

- Ventilación natural: las papas almacenadas a granel o en pilas de sacos producen calor, por lo cual se hace imprescindible la ventilación. La cantidad de calor que se intercambia depende de la velocidad del aire cerca de la superficie de los tubérculos y la diferencia de temperatura entre las papas y el aire a su alrededor. La resistencia al intercambio de aire es mayor a medida que aumenta el tamaño de la pila de papa y también cuando la distribución de las papas sobre el piso no es uniforme. Además, se dificulta el movimiento del aire cuando las papas se apilan en sacos de plástico con alta resistencia al paso del aire. Sin embargo, se puede mejorar la ventilación de los tubérculos almacenándolos en mallas y apilándolas sobre un piso de fardos de pasto dejando espacio para el paso de aire y el tránsito de personal.

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Fotografía 1. Tubérculos de papa almacenados a granel sobre piso de tierra (A), en sacos plásticos muy cerrados (B) y en bolsas de malla plástica aperchadas sobre un piso hecho de fardos de paja (C).

Fuente: José Santos Rojas, ex -investigador INIA.


Existen varios métodos que pueden ser usados para mejorar el movimiento natural del aire y el intercambio de calor. Por ejemplo, colocando los tubérculos sobre un piso de rejilla que permite al aire circular libremente, o usando ductos y chimeneas de ventilación distribuidas a lo largo del piso y/o la troja. Cuando se usan ductos de ventilación y la temperatura del aire es baja se puede almacenar papas a una altura entre 1,5 m y 2 m metros, en cambio cuando la temperatura del aire es alta, especialmente en papas recién cosechadas, no debería almacenarse a más de un metro de altura.

- Ventilación forzada: con este sistema el movimiento del aire es uniforme debido a que el ducto por donde se insufla el aire se estrecha hacia el final a partir del frente de aire. La capacidad del ventilador y el acondicionamiento del sistema de ductos pueden ser ajustados a la velocidad del aire y la distribución requerida. Es importante destacar que es necesario que la velocidad del aire a través de la pila o troja sea uniforme para que las papas sean enfriadas y/o secadas por igual en el mismo nivel.


Normalmente se requiere de equipos que tengan una capacidad de ventilación de 100-120 m3/aire/1000 kg de tubérculos/hora. La velocidad del aire en ductos en que la sección transversal se va estrechando es de 6 m/seg, en cambio en ductos con sección transversal constante es de 3,5 m/seg.


2. HUMEDAD RELATIVA 

El ritmo de la evaporación será mayor cuanto más sea la diferencia entre la humedad relativa del aire y la de los tubérculos, incrementándose aún más a medida que aumenta la temperatura ambiental. Un porcentaje de humedad relativa excesiva (100%) es igualmente perjudicial, ya que ésta puede condensarse y humedecer los tubérculos.


Resultados experimentales indican que la humedad relativa óptima para almacenar papas está entre el 90% y 95%. Un contenido de humedad relativa ambiental apropiado es un factor igualmente importante para la cicatrización de las heridas. La cicatrización más rápida se obtiene con una humedad relativa del aire de 80% o más. Con una baja humedad relativa (por ejemplo, 30%) se interfiere la cicatrización normal.


3. LUZ 

Las papas destinadas al consumo humano no deben quedar expuestos a la luz porque se produce un verdeamiento de ellas, generando sustancias tóxicas para el ser humano conocidas como   (solanina y otras). Para evitar este verdeamiento los tubérculos deben ser almacenados en lugares oscuros, o bien hay que cubrirlos con una capa de paja, u otro elemento que ayude a evitar el paso de la luz, pero que permita el intercambio gaseoso.


Por el contrario, los tubérculos destinados a semilla, idealmente deben almacenarse en presencia de luz, puesto que ésta tiene un efecto inhibitorio sobre el   de los brotes. Los brotes que crecen en presencia de luz son cortos y vigorosos permitiendo generar cultivos con una mayor densidad de tallos, un período vegetativo más reducido y un mayor rendimiento.